En plena pandemia por COVID 19 es notable la contribución de la TI peruana en el desarrollo de modelos de negocios sobre la base de diversas plataformas tecnológicas que facilitan el acceso a servicios financieros requeridos por la población financiera. Desde transaccionales básicas hasta créditos directos, promoviendo inclusión financiera a nivel nacional, dando más sentido a las cuentas pasivas bancarias, casi siempre de poco valor agregada. CRATI se ha sumado a este esfuerzo y en breve operará un modelo Fintech dirigido a zonas y personas de mayor vulnerabilidad. Pero el impacto del modelo Fintech va más allá del servicio financiero, a todas luces, necesario. Desempeña un rol protector de la ciudadanía frente a COVID-19.
Sin ese efectivo servicio del modelo Fintech muchas personas hubieran requerido ir a los canales o puntos de atención clásicos con el riesgo de contagio, para cubrir sus requerimientos de servicios. Pero hay más; el modelo ha contribuido con la disminución de la brecha digital a la vez que “capacita” más a todos sus usuarios sin que ello signifique mayor costo o un contexto de riesgo de fraude. Se aprecia en el ecosistema Fintech sólidas plataformas que combinan esos dos atributos. Pero hay más retos. No obstante ser un modelo “sin fronteras” requiere sumar a más zonas y a más personas en situación vulnerable, con mayores restricciones. Eso significa afinar la configuración de las soluciones mejorando o potenciando sus ventajas, ampliando su capacidad de riesgo al desarrollar su apetito por agentes normalmente “etiquetados” como de alto riesgo, en especial para brindarles no solo a la esperanza de contar con un crédito sino contar realmente con ese crédito.
CRATI esta próxima a lanzar su plataforma web para ser usada por entidades de los sectores público y privado nacional, de entidades internacionales, interesadas en promover impacto con la perspectiva de desarrollo sostenible para construir resiliencia, especialmente en zonas altoandinas, mirando hacia la costa y hacia la selva. En su primera etapa CRATI contará con la capacidad de evaluar, aprobar y desembolsar créditos, customizando el servicio en función de los mandatos y objetivos de las entidades antes mencionadas; además, administrar recursos no reembolsables destinados a apoyar el desarrollo capacidades para la gestión de los negocios meta.
Puntos a destacar en la plataforma web de CRATI, son su orientación hacia organizaciones u asociaciones de productores primarios, como aquellas que nacen en la agricultura familiar, por ejemplo. Seguidamente, de una manera muy simple, la asociación de productores solo registra información básica y la plataforma calcula por ellos, devolviendo un crédito, pero un crédito de impacto. El modelo tiene un claro soporte en TI, en la asociatividad muy tradicional como Perú. Expresamos nuestra satisfacción por la dinámica que muestra el ecosistema Fintech en el país. Pronto nos sumaremos; promoviendo más inclusión financiera, más resiliencia.