La actividad Fintech viene observando un crecimiento cuantitativo -expresado en el número de plataformas que operan en el mundo virtual-; crecimiento que hay que llevar a un nivel superior en términos de contribución a la generación de valor económico, en inversiones en activos intangibles y su adecuada valorización. Activos intangibles que suman, y significativamente, no solo para desarrolladores y operadores, pues, y en especial, para la sociedad “encadenada” por las soluciones tecnológicas que conlleva una Fintech, cualquiera que sea su naturaleza y alcance.
La solución tecnológica, que muy posiblemente tenga componentes de innovación, aumenta significativamente la productividad de los factores de producción a lo largo de una cadena de agentes económicos, en un sólido contexto de cyber seguridad. La productividad se ve reflejada vía tecnologías de información con manejo de grandes bases de datos, inteligencia artificial, alianzas tecnológicas, desarrollos propios y muy profundos, facilitando la interacción entre promotores o fuentes de financiamiento, pequeños agentes económicos superavitarios; con demandantes de fondos para actividad económica de valor. Sin relajar controles informáticos necesarios, el servicio de las plataformas optimiza recursos y soluciones brindando servicios financieros de valor.
El ecosistema Fintech es, hoy, un desarrollador de nuevos mercados nato y eficiente. Nuevos mercados para productos financieros innovadores. Cuentan, asimismo, con una capacidad multiplicadora para sumar agentes económicos y consumidores finales. Pequeñas empresas y personas naturales en los roles señalados. Una Fintech que une a fuentes de financiamiento con productores organizados es, de inmediato, una pizarra de anuncios para transacciones u operaciones comerciales futuras. Esto significa contar con una capacidad de ofrecer información comercial que debe facilitar planificación y la elaboración de flujos de caja futuro. “Justin time reloaded” vía Fintechs es una clara ventaja. Subyace, y de manera natural, otra capacidad de las Fintech; la escalabilidad, que se origina a través de vectores importantes, comenzando por la interacción de plataformas muy potentes -amplitud y profundidad de aplicativos o funcionalidades-, a través de usos sencillos, simples, que posibilitan el acceso de más personas, promoviendo inclusión financiera, entre otros beneficios.
Es decir, vía las plataformas Fintech la sociedad, en general, gana. Esto significa, creación de valor económico agregado, desarrollando demanda de manera real. Por demanda real se entiende aquella que busca satisfacer necesidades de servicios financieros, siendo atendida por una oferta eficiente: el ecosistema Fintech.
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